ID:   00000068

FECHA:   17 / 3 / 1888

LUGAR:  

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PERSONAS NOMBRADAS:  

MATERIAS:  

RESUMEN:
Alas, a la vez que solicita fotografía a Galdós, le habla de sus proyectos profesionales y le reitera críticas elogiosas de Fortunata y Jacinta.

TRANSCRIPCIÓN:

Oviedo, 17 de Marzo de 1888.

	Mi querido don Benito: de desagradecidos está el infierno lleno. Córtese Vd. el pelo y la barba, madrugue, vaya a casa del fotógrafo, colóquese en una actitud digna y modesta a la par, según entiende el fotógrafo la modestia y la dignidad, haga Vd. todo esto por un amigo, y después aguante que el tal le llame perro nada más que porque Vd. no le ha enviado todavía el retrato hecho exclusivamente para él. ¡Allá /van/ mi retrato y el de mi primogénito y homónimo q[ue] tenía dos años y medio cuando se retrató!
	Es cierto que un Sr. Cobos, si no recuerdo mal, me pidió un retrato y yo aproveché la ocasión de haberme hecho retratar para Vd. y le mandé un ejemplar o copia. También es cierto q[ue] le ofrecí escribirle alguna semblanza, indicándole que preferiría la de Vd., Tamayo, Castelar, Valera, etc.—
	Mucho me alegro de que esté Vd. haciendo otra novela y que sea de un tomo. Falta hace.
	Y yo estoy muy desanimado en general, pero como ahora tengo salud y dos hijos no hay más remedio que trabajar. Ahora escribo en la Justicia y en la Ilustración Ibérica y sobre todo en mis folletos q[ue] en adelante saldrán más a menudo. En el q[ue] está en prensa examino parte del discurso de Núñez de Arce en el Ateneo.
	Estoy haciendo de novelista [subrayado] otra vez y me ocupo [subrayado]  en una novelita intitulada “Su único hijo” q[ue] es una especie de introducción para “Una Medianía”. Después irá, si no lo echo todo a rodar antes, Esperaindeo, novela como si dijéramos protestante que le dedico a Vd. no por lo que ella valga, sino por el cariño q[ue] tengo al asunto que es anterior a mis naturalismos.—Yo para trabajar en estas cosas necesito, como otros muchos, cierto calor de vanidad [subrayado], y ahora el tal calorcillo va faltándome más cada día; con ello gano para con Dios pero pierdo para con los editores.
	Me parece a mí que si me cayera la lotería, aunque fuese irradiada, las novelas que yo escribiese que me las claven aquí. Lo mismo debían opinar otros varios que no han dado en ello.
	¡Feliz Vd. que es novelista de veras! ¡Hay tan pocos, pero tan pocos!— Fortunata  y Jacinta ha gustado muchísimo a toda clase de lectores. Cuantos me escriben o hablan de ella la elogian con entusiasmo. ¡A otra brega, q[ue] el filón es largo y rico todavía!
	Adiós, voy al Ayuntamiento, que yo también tengo mi cacho de soberanía popular. Ya que no puedo en otras cosas, imito a Cristo en estos actos de humildad, porque esto de ser concejal es parecido a aquello de codearse con los publicanos.
	No hable Vd. de letras porque la de Vd. es una letra... protestada; le saca a uno los ojos. 
	Suyo siempre.

	Leopoldo Alas-