ID: 00000150
FECHA: 5 / 4 / 1889
LUGAR:
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DESTINATARIOS:
PERSONAS NOMBRADAS: ; ; ; ; ; ; ; ; ; ;
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RESUMEN:
Alcalá Galiano comenta a Galdós la situación personal delicada que atraviesa por diversas enfermedades de sus familiares y solicita del escritor varios favores.
TRANSCRIPCIÓN:
Newcastle on Tyne, abril 5/89 Mi muy querido Benito: difícil sería darte idea de lo que he pasado desde que te escribí mi última carta. La pobre Mary, desde mediados de marzo ha estado tan gravemente enferma que creí perderla. Un terrible ataque a la garganta, unido a más calenturas rehumáticas [sic] que la torturaron crudamente la tuvo, si no a las puertas de la muerte, en los confines de la vida. Solo, desterrado, entristecido, enfermo yo también aunque sacando fuerzas de flaqueza y al mismo tiempo mi pobre Fernandito con una espantosa tos (que aún le dura aunque mejorado) puedes con tu imaginación de novelista representarte el cuadro de mi situación durante esos días en que ni me he desnudado y en que espíritu y cuerpo han tenido que despegar energías y resistencias invencibles. Y gracias que la Rubia por residir aquí cooperó conmigo y con su marido (que fue el que asistió) a salvar a la pobre enferma del naufragio. Ya por fortuna se levanta, preconvaleciendo aunque ha quedado tan extenuada y abatida que en cuanto sus fuerzas lo permitan la enviaré con el niño a Escocia a cambiar de aires y reponerse. En esta ocasión, caro Benito, he medido todo el horror de esta carrera que le aísla a uno y le deja sin tener donde volver los ojos ni encontrar corazones que respondan a nuestro dolor en estos trances. Este cielo que es una nube para el alma, estas gentes frías como ese cielo, esta soledad que agiganta las pesadumbres, todo hace aquí el vivir un sufrimiento continuo para los que tenemos sangre en las venas y sentimientos en el alma. Excuso decirte cuanto se ha acrecentado mi ansia por salir de esta prisión y con cuanto fervor te repito las súplicas de mi última carta en que te pedía vieses a Juan Valera para que inclinase, a mi amigo Fernández Jiménez, el nuevo subsecretario, a favor mío para secundar los buenos propósitos de Vega Armijo. Dime que hay de esto y sobre todo que me den negativas rotundas mejor que engañadoras y vagas promesas que solo sirven para mantener no esperanzas sino dudas; dudas que impiden tomar heroicas resoluciones cuando, como yo, se siente uno abandonado y con el porvenir nublado y sin salida. Espero, pues, tu carta deseoso de saber a qué atenerme. Hablando de menos triste cosa te diré que el antequerano Rector de Monserrat me escribió exigiéndome el cumplimiento de mi promesa y fiel a ella le he escrito una Epístola[subrayado] en verso que se imprimirá y supongo, leeré el día famoso de su bibliotecario [subrayado] triunfo en Antequera. Dime qué te ha sacado [subrayado] a ti pues el tal monseñor tiene un tirabuzón para sacar hasta las tripas que ya… ya. Y ya que de veras hablo, ¿crees que la Revista La España Moderna (para la que escribiré la prometida novela en cuanto entre en caja) publicaría algunos poemas más que tengo inéditos y desearía dar a luz? En caso afirmativo mandaré alguna que otra para su publicación. Y a propósito: pregunta también si querrían publicar mi traducción en verso del Fausto de Marlowe que debió publicarse junto con mis Poemas Dramáticos [subrayado] de Byron y por no caber quedó ahí en Madrid en casa de una prima mía. Si escribes algo sobre nuestra Italiada [subrayado] no dejes de enviármelo. Vi que cumpliste mi encargo pues recibí catálogos de libros de Fe y Murillo. Y voy a molestarte con otro pequeño encargo. Como el General Torrijos era tío mío, hermano de mi abuela materna, desearía tener si se ha sacado, copia fotográfica del cuadro de Gisbert titulado “el Fusilamiento de Torrijos” de que la prensa ha hecho grandes elogios. Si Laurent le tiene mándamele como hiciste con las vistas de tu despacho, y cuando nos veamos te abonaré el importe. El cielo y el tiempo están que dan gana de llorar solo con verlo. Dichoso tú que gozas de sol, libertad y gloria. Mis recuerdos afectuosos a Concha y Magdalena y tú recibe un estrechísimo abrazo de tu amigo-hermano Pepe