ID:   00000169

FECHA:   16 / 11 / 1894

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RESUMEN:
Alcalá Galiano da a Galdós el pésame por la muerte de su cuñada y la enhorabuena por su viaje a Las Palmas. Le informa de la dirección de su nueva residencia y le invita a visitarle. Comenta sus preocupaciones por la publicación en prensa y edición de algunos de sus trabajos literarios. Pide que envíe sus saludos al Dr. Tolosa Latour.

TRANSCRIPCIÓN:

Consulado de España en Bayona
16 noviembre 1894
Mi querido Benito: dos sentimientos opuestos mueven hoy mi pluma al romper mi largo silencio y contestar a tu última carta. Uno de pésame y otro de felicitación: pésame por la pérdida de tu cuñada, a quien habrás llorado como hermana y cuya muerte supe por la prensa con la pena, natural que me causan las tuyas. La felicitación, y muy entusiasta, es por tu viaje triunfal casi cesáreo a Canarias donde has entrado a recibir las palmas de Las Palmas[subrayado] de manos de tus conciudadanos. Esperando ya que regreses coronado de laureles, a descansar sobre ellos y reponerte de la gloriosa asfixia del incienso y la mirra quemados en tu honor, no he creído oportuno escribirte hasta hoy que en residencia más fija te llegará esta carta de Santander, donde te la dirijo, sin peligro de extraviarse en su marcha portal a caza del errante autor de los Episodios. 
Y nacional casi ha sido el de tu estancia en tu tierra y en tus aguas canarias donde, a más de embriagueces habrás cobrado nuevos bríos para futuras producciones que han de consagrar tu bien ganado derecho a una estatua que, con el tiempo, rodeada de su verja presidirá la plaza de tu villa natal así: [dibujo] ¡Contémplate! 
Y descendiendo ahora de tus inmortalidades a las mortalidades de mi ingloriosa y prosaica vida consular, tengo, ante todo, el gusto de ofrecerte mi casa en mi nueva residencia que por su vecindad a la tuya espero te tentará alguna vez a abrir las alas y, tú que eres libre, venir de cuando en cuando a cambiar aires, aguas, panes, vistas, ideas, afectos bajo mi techo que no es más que una ampliación y duplicación del tuyo propio. 
Aquí me tienes, dúo y uno[subrayado] (no trino como dicen de Dios) instalado en Bayona, como cónsul donde tengo mi oficina y como coplero en Biarritz donde he tomado un chalet que Mary está ahora ornamentando[subrayado] con todo el aseo y equidad[subrayado] que consiente mi bolsillo y exige mi representativa dignidad y donde habrá siempre un spase-room[subrayado] destinado a recibirte y alojarte. La casa es bonita, con vistas al mar cuyas olas, con su eterno compás medirán el de mis versos o serán arpegio de mis prosas. Alguna de estas verá pronto ahí la luz, aunque tú, mejor que nadie, sabes la necesidad de la presencia del autor para dar vida y movimiento a las obras literarias, sobre todo, si son para el teatro. Para él tengo planeada una comedia a que pronto desafiaré si el humor y la inspiración lo consienten, pero… ¿qué haré yo desde aquí para entregarla leerla, ensayarla, corregirla, aumentarla (o disminuirla) y en fin, estar de comadrón para el parto?
¡Ah si yo tuviera tu santa libertad!
La ausencia es la muerte. He enviado un nuevo cuento a “La Correspondencia” y ni sé si Mellado lo ha recibido. Una novela mía que me pidieron en “La Ilustración Española y Americana” y me aceptaron, ahora me salen, al cabo de ocho o diez meses con que por su extensión no la pueden insertar ¡Y aquí me tienes sin saber cómo recogerla ni donde publicarla! Estoy en semi tratos [sic] con la casa Muntaner y Simón para publicar en un tomo mis cuentos y poemas cortos, pero no sé como desde aquí podré ocuparme con eficacia del asunto. Mis pobres “Panoramas orientales” a que ahí en Madrid dio vida y prestigio mi paternal vigilancia estoy seguro de que de los escaparates de Fe habrán pasado a los sótanos a ser pasto de ratones y cucarachas. Doña Ausencia se casó con don Olvido y engendraron la Muerte. 
Como supongo que esta carta te la enviarán de Santander pónme dos palabras[subrayado] (y no me vuelvas a dar mico) diciéndome que la has recibido y dándome tus señas fijas en Madrid donde te supongo condenado a ensayar tus condenados[subrayado] que espero el público sacará del Infierno en que los tienes a la Gloria. La lástima es que la Jefa superior de alabarderos no podrá ejercer su cargo en el día del estreno. Hoy te envía su afecto. 
Da a Tolosa un afectadísimo abrazo, dile que le escribiré y que me ponga a los pies de Elisa. 
Adiós, inmortal: bajo tu mirada a la tierra/ deja caer un renglón humano que leeré como todo lo tuyo, tu invariable amigo-hermano
Pepe
Mis señas privadas en France[subrayado]
Mr. José Alcalá Galiano
Consul d’Espagne
Chalet Yvonne
Avenue d’Osuna
Biarritz
(B.P)

NOTAS:

La carta contiene dibujo de un monumento con un personaje que tiene un brazo en alto.