ID:   00000142

FECHA:   14 / 11 / 1888

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RESUMEN:
Alcalá Galiano habla a Galdós de su pesimismo ante su situación de cónsul y le sugiere lo que desearía por si pudiera interceder de algún modo. Le avisa del envío de un recorte de prensa con versos suyos. Le habla de la situación política de España y le pide algunos envíos. Le ha enviado la receta para hacer el té.

TRANSCRIPCIÓN:

Newcastle on Tyne, noviembre, 14/88
He esperado, carísimo Benito, a que estuvieras en la ciudad del oso para contestar a tu afectuosa carta última desde Santander escrita. Por ello sé que mi romanesca epístola había merecido tus aplausos y los de tus amigos y como hace tiempo que ni elogios ni palmoteos llegan a mi rincón, me infló de vanidad y saboreo la gloria doméstica, íntima amistosa que tu aportación y elogio me proporciona. 
Como mi primer cuidado es cumplir tus encargos ahí va el retrato de la Rubia[subrayado]  y la receta para hacer el té que espero y deseo logres hacer con toda perfección, aroma, olor, color y sabor que su argumento requiere. Por separado te remito también el ejemplar del “National Review” de septiembre en que está el artículo sobre la novela española.
Dime si lo recibes. 
Por los periódicos habrás visto la danza diplomática consular que ha hecho bailar Vega Armijo a sus funcionarios. Salieron y entraron en el Ministerio infinitos; hubo ascensos [tachado] ingresos de cesantes: de un salto pasó Antonio Galiano de Valparaíso a [tachado] Emug (China) con promoción a Cónsul General y eso después de haber antes dejado la carrera porque se le antojó y fue a politiquear con los conservadores. Todo el mundo sube menos yo que estoy como tu héroe Miau[subrayado]  , aunque mi ideal sería no el ser colocado si no permitirme el placer de poder ser cesante. Pero si tu don Ramón tenía el nombre gatuno de Miau[subrayado]   a mí puedes ponerme “el perruno”, el ladrido de Guau[subrayado]   pues mi ascenso o vida ahí va siendo:
Guasa
Ultraje
Agua de cerrajas 
Utopía.

Te invito a escribir otra nueva novela en que yo sea el héroe y en que pintes el tormento de ser empleado y depender eternamente de Ministros, Secretarios, parientes y amigos tan olvidadizos como prometedores. 
Si para enderezar mis entuertos te acercas al Marqués o a las teclas que le hacen sonar, no olvides que mi aspiración es entrar en el Ministerio [subrayado]  con mi natural ascenso a los treinta mil, y si no el ascenso a Cónsul de 1ª sólo en Europa [doble subrayado] pues las demás partes del globo no entran en mi geografía consular, y si me han de mandar al fin del mundo obligándome a la ruina de un largo viaje y montar otra nueva casa para eso prefiero que me dejen de una vez morir aquí siquiera gratis, enterrando todas mis ambiciones y vanidades herocráticas [sic] y literarias en el cementerio del olvido antes de que entierren mis huesos en el cementerio donde los gusanos pronto me ascenderían a Esqueleto General o Ministro Plenipolvolario[subrayado]  . [sic] Como ya hablamos sobre esto no insisto por no dar la mi carta de el corte de las de tu pobre don Ramón, cuya historia hemos aquí leído con verdadero interés, deleite y lástima. 
Ahora estoy ocupado con ciertos estudios, pues me he comprometido a dar una conferencia en inglés en un club literario sobre el tema “Los Prototipos Literarios”. Y ahora me toca a mí pedir 1º la fotografía de tu despacho 2º el viaje de Madrid a Nápoles de Alarcón 3º tus artículos sobre nuestro viaje a Berlín 4º los que escribas sobre nuestro viaje a Italia y 5º todo lo que quieras mandarme que no sea una puntera. 
Veo que por ahí andan los conservadores salidos de madre, los estudiantes salidos de padre, los carlistas salidos de abuelo y todos los españoles salidos de caja. Pobre España.
Tu famosa torta es una mina inagotable de dulzuras. Aun dura y es un mazapanesco [sic] Vesubio incesante y que aun tiene almibareas lavas para mucho tiempo. Ahora estoy saboreando la erupción de 1888 y aun quedará para la del 89.
Saluda afectuosamente a Concha y Magdalena, escríbeme entre col y col o sea entre cuartilla y cuartilla y emprende aquella[subrayado]   gran novela de que hablamos y mira siempre ante ti plantada como una aparición la sombra de tu mejor amigo
Pepe
¿Y de Antequera? ¿Qué hay? ¿Nuevos incunables?

NOTAS:

Se anuncian en esta carta tres envíos adjuntos: el retrato de la Rubia, la receta para hacer el té y, por separado, el ejemplar del “National Review” de septiembre en que está el artículo sobre la novela española. 
Nada de ello consta por ahora.