ID:   00000050

FECHA:   24 / 7 / 1884

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RESUMEN:
Alas expresa a Galdós su entusiasmo por La de Bringas y se queja de los críticos y la falta de espacios independientes para publicar. Prefiere el campo a Madrid. Resumen...

TRANSCRIPCIÓN:

Sr. D. Benito Pérez Galdós

Mi muy querido amigo: entusiasmado con la de Bringas. Así, así y cien veces así. Y sin embargo hay capítulos, cerca del final, que están escritos deprisa. Otra cosa: aunque el modo de acabar es natural, creo que en él está poco trabajada la parte artística, que aquello mismo debió Vd. haberlo expuesto con más teatro [subrayado] aunque disimulándolo. Parece que me contradigo, pero creo que no. Lleva Vd. la sinceridad en el arte de componer a un extremo que en España puede perjudicarle por ahora, y yo creo que hay otras grandes cosas que salvar ahora con más urgencia: por ejemplo el estudio parsimonioso del carácter y las influencias que recibe. En este concepto la de Bringas es un dechado. Thiers se eleva a la altura de su mujer, que gran Thiers; es al comienzo lo que Grandet al avaro; la escena entre Rosalía y Refugio es el ideal de lo que Vd. debe seguir haciendo: el interés, la fuerza, la poesía que Vd. siempre tuvo, más la verdad, profundidad y oportunidad del asunto. Muchísimas cosas me ha hecho pensar la de Bringas, y si la sociedad española sigue estudiándose así llegaremos a tener una literatura seria, del tiempo, y no un triste reflejo de lo que escribieron los ingenios de capa y espada.
No tengo ahora tiempo para decirle todo lo que pienso, al por menor, de su novela; baste ahora decir que es de las que me gustan más, aunque creo que sobran algunos capítulos y que hacia el final hay un poco de prisa.
Me decía Vd. que fuera tolerante con el Marqués de Riscal. Siempre lo he sido, pero hoy recibo una carta de ese señor diciéndome sencillamente que no ve a gusto mis artículos de crítica en el Día [subrayado], porque él cree que el naturalismo y Zola etc. etc. etc. 
Total, que ya no tengo una almena que pueda decir que es mía. Yo no tengo dónde escribir conforme a mi leal saber y entender me lo manden. De la de Bringas ya no podré hablar al público, por falta de periódico; los demás en que escribo son Ilustraciones que no quieren crítica y tienen un público escaso y poco literato.
¿Ha visto Vd. las necedades que dice Luis Alfonso de la de Bringas?
He estado con Armando un día en Gijón, y como era natural se habló mucho de Vd. 
Yo tengo la salud muy quebradiza; cada pocos días me dan jaquecas con un acompañamiento de fenómenos nerviosos, pérdida del habla y otras menudencias que son una delicia; el primer síntoma es perder la vista. Así no se puede trabajar formalmente. A Dios gracias tengo algunos ánimos y he resuelto no volver a ser en mi vida tristón como lo fui allá por los veinte años.
En la aldea lo paso algo mejor. Esto es muy frondoso, hay una paz dulce que para mí es ya como uno de la familia.
Aunque hace más de un año que no he estado en Madrid, me acuerdo de todo aquello y no tengo gana de volver. Hablar con Vd. y otros pocos y oír en el Real cantar bien es lo que me agradaría; lo demás (los estrenos [subrayado] inclusive) me parecen tonterías de que me arrepiento.
Aquella carta larga que Vd. me anunciaba no vino. No deje de escribirme cuando pueda.
Su apasionado admirador y amigo muy verdadero

Leopoldo Alas 

Carreño – Julio 24 – 84
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