ID:   00001625

FECHA:   20 / 5 / 1881*

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RESUMEN:

Giner elogia calurosamente la obra galdosiana La Desheredada y se defiende contra las acusaciones de Ortega Munilla en El Imparcial, acerca de su crítica sobre La familia de León Roch.

TRANSCRIPCIÓN:

Señor D. B. Pérez Galdós. Amigo mío. No he acusado a usted recibo ni dándole gracias por La Desheredada [subrayado] hasta leerla. Ayer la concluí y me apresuro a decirle que, en mi opinión, es no solo la mejor novela que usted ha escrito, sino la mejor que en nuestro tiempo se ha escrito en España. Nada ha hecho ninguno de nuestros mejores novelistas modernos, usted inclusive, que se parezca a este admirable libro: único. Además que acaba con un arte extremado lleva un desarrollo de primera fuerza. Esto se llaman caracteres, y sucesos, y descripciones y trabajar a conciencia: estoy encantado con /la/ obra, llena de verdad, de vigor, de vida. Creo señala una nueva etapa en la historia de sus obras. Adelante y excelsior[subrayado]. Ya no hay que hablar de //Episodios, ni de // León Roch, ni de Gloria, [subrayado] etc. etc. Ahora es usted el autor de La Desheredada[subrayado]. Ya esto es “harina de otro costal.” No dejaría de ofrecer algún repaso tal cual pormenor y sobre todo la crudeza del estilo en ocasiones, mayor que la de las escenas, en las cuales casi siempre sabe usted detenerse a tiempo con tacto. Hay también algunos personajes en los cuales insiste usted demasiado y luego desaparecen sin haber representado el papel importante a que parecía destinarlos el autor. Pero todo eso se hallaría en los Dickens y Balzac, como se halla en el Quijote [subrayado]. Con todo ello, La Desheredada [subrayado] es la única novela moderna española que puede saltar el Pirineo sin inferioridad alguna a lo mejor extranjero. Reciba usted por ello un cordial apretón de manos, amigo mío. Gracias a Dios! No dirá usted que no sigo el ejemplo de la escuela cruda[subrayado] en la alabanza como en la censura. Por cierto que el Sr. Ortega Munilla, a los dos o tres años de escrita mi crítica de León Roch [subrayado] se descuelga en el [tachado] Imparcial[subrayado] con una sarta de tonterías, impropias de un escritor de su talento, diciendo que yo había maltratado a usted, burlándose de filosofías y filosofastros (este es también de los que las creen parientes del alienismo, como usted por lo visto) y todo ello para decir que el caballo es paquidermo. He querido llamar la atención de usted para que no caiga en la tentación de dar fe al Sr. Munilla en este punto, único interesante. (Porque de lo de si yo he tratado a usted sin miramientos, apelo a usted mismo) Pues, con efecto, el caballo no[subrayado] es paquidermo. El Sr. Ortega habrá visto algún libro antiguo o anticuado de los que sirven de texto entre nosotros (alguno de los cuales ya en sus últimas ediciones ha mudado de opinión también; pero el caballo, refieren todos los naturalistas, modernos y contemporáneos, forma un tipo aparte, fuera de los paquidermos, bajo el nombre de solípedos[subrayado], unungulados[subrayado], y otros más o menos espeluznantes. Paquidermo, lo era en tiempos de Cuvier; pero aquí hay que decir con Bartolo: “los modernos lo han arreglado de otra manera”. Perdone usted el paréntesis, por si puede a usted servir de algo y créame siempre su amigo y admirador (cosas que no digo a cualquier advenedizo). De usted afectísimo, F. Giner

Lunes 20 Mayo ¡Me habrá confundido el Sr. Ortega con un hermano mío, que ha /poco/ tiempo le trató con cierta severidad en los periódicos? Tendría gracia. Así me explicaría su ira tan tardía. Pero, ¿por qué no preguntar antes como en el cuento: “es usted o su hermano con quien tengo el honor de hablar?”.

NOTAS:

La fecha supuesta para el documento refiere  al dato de la publicación de La desheredada.
Giner cita a George Cuvier, que fue eminente naturalista francés que sobresalió por su clasificación de los animales.
El hermano a que Giner alude debe de ser Hermenegildo Giner de los Ríos (1847-1923), pedagogo, jurista y político. De este segundo Giner se conservan en el Museo Galdós un grupo de siete cartas.

(*) probable