ID: 00000125
FECHA: 2 / 3 / 1884
LUGAR:
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DESTINATARIOS:
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RESUMEN:
Alcalá Galiano envía con la carta dos ejemplares de unas composiciones poéticas suyas, y pide a Galdós que remita una Emilia Pardo Bazán. Le pide un ejemplar de la obra que está a punto de publicar, le recuerda su promesa de visita para el verano y le reitera su tristeza por el lugar en donde ha de estar.
TRANSCRIPCIÓN:
2 de marzo de 1884 Mi querido Benito: aunque los gigantes de la prosa desdeñéis a los enanos de la poesía, yo el último de los homúnculos[subrayado] literarios me atrevo a elevar y ofrecer a tu gigantidad [sic] [subrayado] los dos adjuntos ejemplares de unos versos en francés que compuse y pronuncié en un banquete literario de esta ciudad. Aquí tuvieron mucho éxito, y ahí ahora verán la luz en las “Matinées Espagnoles”. Si te comunicas aún con la Pardo Bazán (de quien recordarás que hablamos en Londres) mándale, como cosa tuya, uno de esos ejemplares, pues sabes que soy uno de sus más entusiastas admiradores. Dime si desde nuestra separación escribiste algo sobre la gran Babylonia[subrayado] cuyo plano medimos y cruzamos juntos con nuestros incansables pies. Si lo has hecho mándamelo. Leo también que vas a publicar una nueva novela y si el primero de sus ejemplares no llega, chorreando aun tinta, a mis manos, teme mis iras vengadoras el día en que estés al alcance de mi mano. Y ese día no puede tardar si persistes en tu propósito de que hagamos este verano una excursión septentrional hacia los árticos sotabancos del planeta. Yo quedo a tus órdenes y esperando que no cambies la resolución. Estoy dispuesto a grabar el tacón de mi bota sobre el mismísimo punto central del polo. Acaso para la época de nuestra proyectada Odisea esté yo, como quien dice, más en puerta si para entonces he conseguido mi petición y esperanza de ser trasladado al consulado de Amberes. (Esto quede inter nos, pues no quiero que se sepa por si me dan mico). De humor sigo tan alegre[subrayado] como una cuaresma; zampuzado en esta posición, sin sol, ni aire, ni vida. Mis trabajos literarios pudriéndose en los cajones de mi mesa o quemándose en los hornillos de mi mollera. Lo tomo a broma por no borrar con lágrimas estos renglones. Esta inacción y oscuridad me matan. Dichoso tú que vives. Ponme cuatro renglones para que sepa de ti, y que recibiste esta carta, pues ahora sé de algunas más que se han perdido y sentiría que esta tuviera la misma suerte. La letra y el estilo ramplón te probarán que escribo a galope y sin tiempo de confesarme y comulgar contigo como quisiera y, acaso, haré otro día. Recuerdos afectuosos a tu hermana y cuñada (cuyos pies beso); escríbeme, escríbeme, escríbeme; dame tu limosna literaria y recibe un buen abrazo de tu admirador y más verdadero y primer amigo Pepe 202 Portland Road.
NOTAS:
La hermana y cuñada aludidas son Concha Pérez Galdós (1833-1914) y Magdalena Hurtado de Mendoza y Tate (1829-1894)